La ansiedad y depresión son trastornos comunes en nuestra sociedad actual, sin embargo, no estamos hablando del mismo problema en la persona. Uno de los motivos por los cuales estos términos son utilizados como sinónimos es debido a la similitud en los síntomas que muestra el paciente.
Tanto la ansiedad como la depresión pueden manifestarse de forma individual, aunque también es posible que se presenten al mismo tiempo. Cada caso solo puede ser diagnosticado por un especialista en la Salud Mental.
De igual forma, puedes tomar medidas naturales para aliviar ansiedad y la depresión, pero es necesario que atiendas las necesidades de cada problema por separado.
¿Cuál es la diferencia entre ansiedad y depresión?
“Uno de los puntos que tienen en común la ansiedad y la depresión es que ambos paralizan al individuo, restan la calidad de vida y limitan la capacidad del paciente de disfrutar.
Ambos trastornos pueden propiciar la aparición del otro y también pueden manifestarse de manera conjunta, pero existen algunas diferencias significativas.
La ansiedad se caracteriza por la angustia y el miedo constante aún en situaciones inexistentes, en cambio, una persona con depresión carece de motivación, interés y estímulos positivos en actividades nuevas y cotidianas.
Por otro lado, la ansiedad genera síntomas como taquicardia, sudoración, migraña y visión borrosa. Mientras que la depresión se asocia a la debilidad del sistema inmunológico y a dolor inexplicable en alguna parte del cuerpo.
¿Es posible tener depresión y ansiedad al mismo tiempo?
Desde la perspectiva de la medicina, uno de los motivos por los cuales la ansiedad y depresión pueden manifestarse al mismo tiempo es porque los trastornos psiquiátricos suelen generar síntomas que propician la aparición de otros trastornos.
Por ejemplo, el letargo característico de la depresión y el estado de apatía de la persona puede llevarle a desperdiciar gran parte del día, haciendo que durante la noche comience a sentir ansiedad por no haber hecho lo que se propuso.
La depresión también puede llevar una persona a evitar los encuentros sociales y a generar inseguridad y ansiedad en actividades cotidianas como ir a la escuela o trabajar.
La pérdida de un ser querido puede asociarse con la depresión, pero también puede facilitar que sienta ansiedad ante una nueva pérdida o cómo continuar con su vida ante una falta emocional tan grande.
Cuando la ansiedad y depresión se presentan de manera conjunta se habla de trastorno mixto ansioso depresivo, los síntomas físicos y la conducta del paciente aparece en la misma proporción de ambos casos.
Para el diagnóstico de esta situación se evalúan distintos aspectos en el paciente, incluyendo los sucesos vividos en las últimas semanas y cuál fue su reacción a los mismos.
¿Cómo controlar la ansiedad y depresión?
En algunos casos no es sencillo lidiar con la depresión y la ansiedad al mismo tiempo, pero tampoco es imposible y con las medidas adecuadas pronto se soluciona. El problema a continuación encontrarás algunos consejos prácticos:
- Realiza actividad física con regularidad: El ejercicio y el deporte disminuyen la atención emocional y favorecen la liberación de endorfinas que son un neurotransmisor asociado con la sensación de bienestar.
- Cuida la alimentación: Aunque parezca difícil de creer, los alimentos que consumimos diariamente afectan en gran medida las emociones; Por ejemplo, tomar café y bebidas de cola estimulan el sistema nervioso y generan un estado de alerta qué puede generar ansiedad. Mientras que los alimentos ricos en carbohidratos y grasas generan una sensación de pesadez y apatía muy similar a la de la depresión. Esta misma cualidad de los alimentos puedes utilizarla a tu favor, por ejemplo, existen infusiones que te ayudan a relajar por su efecto sedante y hay bebidas que te ayudan a mejorar la concentración y tu estado de ánimo.
- Mantén una vida social activa: El apoyo social y las actividades que puedes desarrollar en grupo ayudan a mejorar el estado de ánimo y brindan una perspectiva distinta sobre tus problemas.
- La ansiedad y depresión que no se atienden pueden tener repercusiones negativas muy importantes la vida de la persona. No solo se pierde la calidad de vida y la capacidad de disfrutar cada día, en los casos más extremos el individuo puede atentar contra sí mismo.