Cómo manejar la ansiedad en adultos mayores

La tensión emocional es una respuesta emocional muy normal ante situaciones que salen de nuestro control. Se trata de un mecanismo de defensa que poseemos todos los humanos, sin importar nuestra edad, así que no es de extrañar que se presente la ansiedad en adultos mayores, aunque su forma sea menos percibida.

Aunque un adulto mayor no tenga las mismas responsabilidades y preocupaciones que anteriormente ocuparon su mente, su nuevo estilo de vida también supone algunos retos y puede haber distintos aspectos que le lleven a sentir ansiedad y depresión.

Uno de los principales problemas de la ansiedad en esta etapa de la vida es que los síntomas suelen confundirse con los cambios propios del envejecimiento, por ejemplo, la sequedad en la boca, dolores musculares, dificultades para dormir, irritabilidad y falta de concentración.

¿Qué se puede hacer con la ansiedad en adultos mayores?

No es sencillo en un primer momento saber si un familiar mayor está atravesando este proceso, por esto es tan importante mantener canales de comunicación con esta persona y hacerle sentir que cuenta con apoyo.

Además, es necesario tomar algunas medidas para solucionar el problema y en este sentido las herramientas disponibles no son muy diferentes a las que podría utilizar un adulto más joven:

Incorporación social: Las personas mayores suelen pasar mucho tiempo solas y con el paso del tiempo dejan de asistir voluntariamente a reuniones con otros familiares y conocidos.

Esta conducta puede favorecer la aparición e y resolución de emociones negativas, además la persona podría comenzar a sentir que carece de importancia en su entorno cercano.

Contacto emocional: La necesidad de sentirse querido e importante no se pierde con el paso del tiempo y a pesar de esto, son pocas las personas mayores que disfrutan de una vida emocional satisfactoria.

Es posible que un adulto mayor haya perdido a su pareja, a sus padres o hermanos, también la frecuencia con la que comparte con sus hijos y nietos es muy poca. Esto genera conductas repetitivas dañinas y puede propiciar la ansiedad y la depresión.

Actividades relajantes: El hecho de que un adulto mayor no tenga un trabajo o las mismas responsabilidades que uno joven, no está exento de la tensión emocional.

Por esto resulta muy útil practicar técnicas de relajación y de respiración que le permitan concentrarse en el momento presente.

Actividad física: El ejercicio y el deporte son el antídoto más eficiente en cualquier etapa de la vida y no solo se obtienen beneficios a nivel físico, la mente y las emociones mejoran notablemente con una rutina de este tipo.

Pasatiempos: No es saludable pasar días enteros viendo series y películas, es necesario que un adulto mayor desarrolle algún pasatiempo que le permita desafiarse a sí mismo y ocupar de manera productiva su tiempo.

Aprendizaje: Existe la idea generalizada de que las personas mayores son lentas, torpes y tienen mucha menos capacidad de aprender, pero lo cierto es que el cuerpo humano se adapta a las exigencias del entorno y la plasticidad cognitiva, si bien disminuye con el tiempo, se conserva.

Crisis de ansiedad en adultos mayores ¿Qué hacer?

La ansiedad en adultos mayores suele manifestarse en crisis o episodios de breve duración en los que la persona siente una tensión emocional inmensa y le es prácticamente imposible tener autodominio. Tanto las personas mayores como las jóvenes y los niños experimentan estas crisis.

Es importante saber cómo actuar para evitar mayores problemas en la persona afectada. Aquí encontrarás algunas recomendaciones sobre qué debes hacer:

  • Permanece cerca de la persona y mantén una actitud calmada y tranquila
  • Prueba con hacerle algunas preguntas para que exprese qué siente o piensa en ese momento, no lo presiones, déjale que se tome su tiempo para responder.
  • No ignores los comentarios o le restes importancia, aunque no estés de acuerdo, hazle entender que respetas su opinión y sentimientos.
  • Pregúntale qué puedes hacer para ayudarle en ese momento difícil, nadie mejor que él o ella pueden indicarte qué necesita.
  • Durante el ataque o la crisis de ansiedad, utiliza un lenguaje sencillo y fácil de entender para no abrumarlo.
  • Que la persona se haya calmado trata de buscar y solucionar la causa que le llevó a ese estado de ánimo.

La ansiedad en adultos mayores puede ser difícil de comprender por qué sus miedos son distintos a los de una persona joven, además, su perspectiva y visión de los problemas también es diferente, pero la comprensión y el apoyo son un lenguaje que se entiende a cualquier edad.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp